21 de noviembre de 2024 11:01 am
OPINIÓN

La política económica de Kamala

...el gobierno mexicano ha supeditado el comportamiento del mercado a la política de estado, aunque ambas economías están altamente integradas...

Desde que el presidente Biden anunció que renunciaba a la candidatura demócrata a la presidencia el 21 de julio, Kamala Harris ha posicionado su campaña como una alternativa que ofrece un futuro promisorio para los Estados Unidos, a diferencia de la de Donald Trump que argumenta que él debe ser electo debido a que la economía de ese país está en ruinas, que el mundo se burla de quien fuera por muchos años la nación más poderosa del planeta y con una sociedad presa de las desgracias que acarrean los millones de migrantes que el gobierno de Biden ha permitido ingresar de manera ilegal. Harris ha establecido que su campaña se trata sobre el futuro del país, mientras que la de Trump se refiere al pasado, sin dar detalles sobre lo que sería su política económica.

La Convención Nacional Demócrata inicia este lunes 19 en Chicago, donde, entre otros puntos, se aprobará la plataforma que sería la base del gobierno de la vicepresidenta, en caso de triunfar en noviembre. Hasta este miércoles 14 no se conocía la versión definitiva, que incluye temas como el control de la frontera con México, la promoción al empleo y a la inversión, el control a la inflación y el papel de los acuerdos internacionales. El partido demócrata dio a conocer a mediados de julio una versión de la plataforma, antes de que Biden renunciara a la candidatura, que ha tenido que ser ajustada al perfil de Kamala, sin que parezca como una ruptura con el legado de Biden.

A 80 días de la elección, Kamala Harris tiene que empezar a definir su política económica, de manera tan precisa como sea posible, debido a que no tiene mucho tiempo para corregir sus mensajes y de que una gran parte del electorado considera que Estados Unidos ya se encuentra en recesión. Aunque la Reserva Federal y la enorme mayoría de los principales economistas opinan que la inflación está controlada, Harris tiene el reto de explicar qué hará para que el entorno económico siga mejorando. El consenso entre los analistas es que en la reunión del 17 de septiembre, el banco central de Estados Unidos anunciará un recorte de medio punto porcentual a 5 por ciento.

Se espera que este viernes, en un evento en Raleigh, Carolina del Norte, explicará qué haría su gobierno para reducir los costos de las familias de clase media y combatir el sobreprecio que muchas empresas aplican a sus bienes y servicios, lo que afecta sobre todo a quienes tienen menores recursos. Por su parte, el mercado laboral se enfría y hay otras señales de que las cosas pueden no estar bien en el futuro cercano en ese país. JP Morgan Chase y Goldman Sachs han aumentado sus proyecciones de una posible recesión; cada vez hay más casos de personas que no pueden cumplir con sus pagos mensuales de sus tarjetas de crédito y de sus créditos automotrices; y las expectativas del número de personas que no cumplan con el pago mínimo de sus deudas se encuentra en su punto más alto desde la cuarentena por el Covid.

A diferencia de otros candidatos, Trump ha dicho que el presidente debe tener injerencia en la política monetaria de Estados Unidos, lo que representa una violación a la ley que otorga independencia a la Reserva Federal desde 1913. Este es un tema que Kamala ha dicho que es intocable. Durante su campaña, Claudia Sheinbaum dijo que respetaría la independencia del Banco de México, aunque algunas acciones del gobierno actual hacen dudar que así pudiera ser.

Se espera que la vicepresidenta enfatice que un nuevo gobierno de Trump sería altamente inflacionario debido a su intención de aplicar aranceles a todas las importaciones –incluyendo los bienes intermedios que se usan para la producción de diversas manufacturas– así como por su intención de aumentar el gasto y la deuda, al mismo tiempo de extender las reducciones a las cargas fiscales de las grandes empresas. Si bien Harris y Tim Walz no son partidarios de nuevos acuerdos comerciales, ambos han generado nuevos programas sociales, por lo que tienen que explicar cómo evitarían que su política social se torne inflacionaria.

De acuerdo con el National Economic Council, grupo asesor de Biden, las políticas económicas de un nuevo gobierno de Trump también tendrían efectos inflacionarios en otros países, sobre todo en México y Canadá al ser sus principales socios comerciales. De ahí la inquietud por conocer las políticas económicas de Harris, sobre todo porque el gobierno mexicano ha supeditado el comportamiento del mercado a la política de estado y que ambas economías están altamente integradas.

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