Aunque tradicionalmente la población latina de Estados Unidos ha votado por los candidatos del partido demócrata, este apoyo ha disminuido significativamente en la última década. Hoy en día, el voto latino equivale al 15% del total de los votos. En una encuesta realizada por Axios-Ipsos y Telemundo entre residentes latinos, el 30% considera que los demócratas se preocupan más por las necesidades de los latinos en ese país, 11% consideran que es el partido republicano y el 32% considera que no le importan a ningún partido.
En 2016, Hilary Clinton obtuvo el 81% del voto latino, mientras que el 16% votó por Donald Trump. Cuatro años más tarde, el 25% de los latinos votaron por Trump y en las encuestas realizadas en las últimas dos semanas, todas muestran que al menos el 35% de los latinos votarán por Trump, porcentaje que supera el 42% en Texas, Nuevo México y Arizona, donde la mayoría de la población latina teme que los inmigrantes los desplacen de su trabajo.
Aunque las cifras más recientes muestran que entre el 55% y el 58% de los latinos apoyan a Kamala Harris, número que creció después de que el presidente Biden renunciara a la candidatura, estas aún se consideran bajas para una elección que se espera sea de lo más cerrada. En este caso, los latinos pueden ser un elemento que defina el resultado en los siete estados que habrán de decidir al ganador en noviembre: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Nevada, Wisconsin y, sobre todo, Pensilvania.
La vicepresidenta Harris y el gobernador Tim Walz deberán empezar a trabajar con la comunidad latina en las próximas dos semanas, si es que aspiran a fortalecer su presencia en este segmento. Sobre todo que en la Convención Nacional Demócrata la presencia de la comunidad latina durante los primeros dos días ha sido muy discreta. Sólo la popular representante de Nueva York, Alexandria Ocasio Cortez, destaca entre los oradores de las primeras dos noches.
Cabe decir que México no ha figurado como uno de los temas principales en Chicago – a diferencia de lo que sucedió en la Convención Nacional Republicana – donde los demócratas se han enfocado en destacar diversas propuestas de Trump que afectarían directamente los derechos y el bienestar de los votantes, como la reciente derogación del derecho al aborto entre las mujeres, las posibles reducciones en la cobertura del seguro social y las consecuencias de la implementación del Proyecto 2025 de los republicanos. En los primeros dos días de la convención, prácticamente no se ha mencionado la relación de Estados Unidos con otros países.
La plataforma demócrata, la que serviría como la base del gobierno en caso de que Harris y Walz ganen en noviembre, sólo menciona a México en relación con la necesidad de elaborar una reforma migratoria de fondo y de aprobar la propuesta negociada a finales del año pasado por los senadores James Lankford (republicano de Oklahoma), Chris Murphy (demócrata de Connecticut) y Kyrsten Sinema (independiente de Arizona). Durante las semanas previas a la convención en Chicago, hubo una discusión muy intensa sobre cómo abordar el conflicto en Gaza y la política a seguir con México. Al no llegar a un acuerdo sobre el tema de Gaza y dada la enorme incertidumbre que hay entre el equipo de Harris sobre la postura que tome el gobierno electo de Claudia Sheinbaum, se decidió excluir ambos temas del texto final.
México fue es principal proveedor de la economía de Estados Unidos, con poco más del 15% de sus importaciones totales, por encima de Canadá y China. Sin embargo, la plataforma demócrata no habla del TMEC, aunque destaca la necesidad de continuar promoviendo la atracción de inversión extranjera directa para aumentar la producción de manufacturas y de infraestructura, lo que afecta a los proyectos que pudieran considerar establecerse en México. Además, Kamala declaró este viernes que la propuesta de Trump, de aplicar aranceles a todas las importaciones que haga Estados Unidos, sería un estímulo a la inflación, debido al aumento en los costos de los productores y que haría menos competitivos varios productos de ese país que se exportarían a precios más altos.
Esta noche el gobernador Walz aceptará la nominación como vicepresidente y mañana Kamala aceptará la nominación presidencial. Habrá que esperar la postura demócrata respecto a México. Harris quiere contar con la colaboración de nuestro país, pero quiere cambiar la dinámica actual de la relación a un contexto de confianza y no de constantes roces.
