8 de noviembre de 2024 9:09 am
OPINIÓN

Debate revelador

...asestó un breve, pero significativo golpe hacia su contrincante, evidenciando su desdén y pobre interés para participar en el debate y, consecuentemente, sus propuestas vacías en muchos sentidos...

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Este martes se celebró un subsecuente debate en la carrera presidencial en Estados Unidos de América (EUA) que vio la participación entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kama Harris, quien se incorporó a la contienda tras sustituir a su jefe, Joe Biden. ¿Cómo les fue al candidato y candidata presidenciales? ¿Qué impacto podría tener para las votaciones del 5 de noviembre?

La política en el globo se ha acentuado en este 2024 por la inmensa cantidad de elecciones nacionales o federales en los países. Cabe resaltar que dentro de las más seguidas, se encuentra justamente la de EUA por la importancia que alberga para el mundo y la política internacional. En este contexto, los resultados de esos comicios y, por lo tanto, el proceso previo al día de las votaciones es del mayor grado de interés para estados de toda índole.

De esta manera, podemos centrar nuestra atención en los recientes desarrollos de la carrera presidencial entre Tump y Harris. Uno de los momentos de interés fue el respaldo de Robert Kennedy Jr., hacia el candidato republicano. Fue una sorpresa porque se esperaba que el sobrino del expresidente, por su legado familiar, mantuviera su apoyo a los demócratas. Pero, por otro lado, la actual vicepresidenta de EUA ha recibido diversas muestras de simpatía por una multiplicidad de actores, entre los que destacan políticos y Taylor Swift, una cantante de enorme popularidad e influencia no sólo en el país de las barras y las estrellas, sino en el mundo.

Estos dos movimientos recientes han moldeado la percepción del público hacia Trump y Harris. Sin embargo, el debate sostenido el martes entre ambas partes muestra también otra pieza en el rompecabezas que construye poco a poco las preferencias electorales de cara a las elecciones del 5 de noviembre. Claro que, como es usual tras eventos de esta naturaleza, las partes involucradas aclaman la victoria tan pronto termina la discusión. ¿Quién ganó al final?

A diferencia del debate pasado en el que participó Trump, en esta ocasión, su desempeño fue visiblemente diferente. Y es claro, no es lo mismo competir con Biden en su estado delicado, que con Harris, con mucha más picardía y arrojo. Si bien escuchamos varias declaraciones agresivas y de carácter polarizador del republicano, intencionadas a reforzar la narrativa esperada por su base electoral de extrema derecha, probablemente en esta ocasión no fueron las mejores intervenciones para aumentar sus posibles votantes.

Contra Biden, cualquier cosa que decía parecía el mejor señalamiento ante el deficiente y tímido desempeño del demócrata. Con Harris, ahora, Trump ha topado con pared, puesto que la lideresa es más fuerte para replicar e incluso increpar incómodamente al expresidente. El martes lo hizo de una manera magistral que evidenció el colmillo de la vicepresidenta, pero también la limitada preparación de su contrincante para participar en este debate.

Quizá el evento del martes no genere cambios sustanciales en las preferencias electorales, pero sí deja ver al público y en los equipos de campaña de ambos políticos que, en esta ocasión, Harris salió avante por sus atinados comentarios, defensas y ataques. Para el grupo trumpista lo que sucedió en el debate debería ser una llamada de atención para que su candidato comprenda que las elecciones aún no suceden y que aún falta mucho trabajo para llegar a la Casa Blanca, por lo que estaría en el mejor de sus intereses estudiar y prepararse para el subsecuente encuentro con su rival en octubre.

Por otro lado, Harris asestó un breve, pero significativo golpe hacia su contrincante, evidenciando su desdén y pobre interés para participar en el debate y, consecuentemente, sus propuestas vacías en muchos sentidos. Es cierto que la demócrata viene en ascenso, pero todavía falta mucho camino para seguir mejorando en las preferencias electorales y más cuando el rival a vender es Trump. Así, además de las y los aliados que pueda asegurar en las próximas semanas, es importante tener en mira y preparar lo que será su guion para el siguiente debate de octubre.

Artículo originalmente publicado en www.lalupa.mx

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