17 de octubre de 2024 3:27 am
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OPINIÓN

Tu Trabajo, ¿Mejora tu Salud?

"Cuando somos capaces de manejar dificultades, aprender habilidades para resolver problemas, tener nuevos emprendimientos, orientarnos productivamente a través del amor y del trabajo para contribuir a la mejora de la sociedad y mantener relaciones significativas, el trabajo es un factor de bienestar."

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¿Cuántas veces no hemos oído o hemos expresado que apenas y tenemos tiempo libre porque los proyectos y pendientes del trabajo nos demandan mucho? ¿O que por el trabajo no puedo hacer una actividad recreativa o de convivencia con la familia?

Cuando caemos en un desequilibrio de vida, como por ejemplo entre el trabajo con la vida personal y familiar, afectamos nuestra salud y favorecemos el surgimiento de una enfermedad. 

Cuando somos capaces de manejar dificultades, aprender habilidades para resolver problemas, tener nuevos emprendimientos, orientarnos productivamente a través del amor y del trabajo para contribuir a la mejora de la sociedad y mantener relaciones significativas, el trabajo es un factor de bienestar. 

Este año, la Organización Mundial de la Salud se ha enfocado en reflexionar e impulsar estrategias sobre las condiciones psicosociales, los factores de riesgo y las políticas laborales de seguridad y cuidado de la salud mental en el lugar de trabajo. Que no quepa duda, el trabajo digno es bueno para la salud mental y para la realización del individuo. Proporciona no sólo un medio de vida, también confianza, propósito, logro y satisfacción para la persona que trabaja. Nos ofrece la oportunidad de entablar relaciones positivas y de pertenencia a una comunidad, así como una base para establecer rutinas que estructuran nuestro día a día en el camino del rendimiento que maximiza nuestro potencial.

Por el contrario, un trabajo indecente se distingue por el excesivo estrés o las sobrecargas que se imponen en el trabajador. Por un ambiente laboral conflictivo, competitivo, sin colaboración ni reconocimiento y sin posibilidad de tomar decisiones pertinentes. Por un lugar inseguro o incómodo para ejecutar las tareas, sin prestaciones o en precariedad laboral por los bajos ingresos, largas horas, contratos temporales y turnos variables.  Por interacciones con colegas, superiores o subordinados que ejercen maltrato o acoso de cualquier tipo (psicológico, emocional, sexual), y por una cultura organizacional que tolera la violencia como la discriminación, la exclusión o la desigualdad de género. Este tipo de contextos conllevan a la aparición del Síndrome de Desgaste Profesional o Burnout como se le llama en inglés, que es el conjunto de síntomas relacionados con el agotamiento emocional, la apatía y una sensación de vacío e ineficacia en el trabajo, además que está asociado con trastornos como la depresión y la ansiedad.

México ha tenido avances legislativos importantes con la Ley Federal del Trabajo y la NOM-035-STPS para que en los lugares de trabajo se identifiquen, analicen y prevengan estos factores de riesgo psicosocial. Cabe reconocer que en el último sexenio hubo un aumento paulatino del salario mínimo y actualmente existe una propuesta para reducir la jornada laboral a 40 horas a la semana con dos días obligatorios de descanso. 

Sin embargo, en nuestro país sigue siendo un desafío la implementación efectiva de estas normas en las empresas; la tasa de empleo informal por arriba del 50% que no garantiza el cumplimiento de la ley; los altos niveles de violencia criminal o por conflictos armados, como lo que está actualmente pasando en Sinaloa, donde el narco anula la posibilidad de tener un entorno laboral seguro y obliga a los negocios a cerrar; así como la desigualdad en la distribución de ingresos que facilita que el 90% de la riqueza se concentre en un 10% de la población.

Asume tu parte y practica el autocuidado para que el exceso de estrés laboral no te enferme: busca colaboración con tus pares, fomenta el trabajo en equipo, haz un plan con tu jefe y repartan las tareas, ten horarios claros y respétalos, desconéctate y aprende a descansar. Toma conciencia de tu salud y haz un balance para que tu trabajo te de bienestar: dedícate tiempo de desarrollo personal, familiar y social, haz ejercicio, ten buenos hábitos de alimentación y para dormir, aprende a manejar el estrés y forma una red de apoyo emocional, porque si bien tu trabajo importa, tu salud importa aún más. Y si tu trabajo no te lo permite, cambia de trabajo. Pues si el costo es tu salud mental, no lo vale.

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