Un fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) desató en la región de Valencia uno de los temporales más destructivos del siglo, con intensas lluvias que, en algunas áreas, alcanzaron hasta 445,4 litros por metro cuadrado en pocas horas. Más de 90 personas han perdido la vida y decenas permanecen desaparecidas debido a las inundaciones que arrasaron pueblos y atraparon a miles de habitantes en el este de España.
Este fenómeno, que se forma cuando una masa de aire polar queda aislada en altitudes superiores a los 5,000 metros y se encuentra con el aire cálido y húmedo del Mediterráneo, crea una atmósfera muy inestable, ideal para desencadenar tormentas extremas. La Agencia Española de Meteorología (AEMET) calificó este episodio como el “más adverso del siglo” para la Comunidad Valenciana, equiparable a los grandes temporales mediterráneos de las últimas décadas.
A diferencia de otros temporales que se desplazan, la DANA puede quedarse en una misma zona durante días o incluso retroceder, aumentando su potencial de destrucción. Si bien las DANAs son comunes en el Mediterráneo, su frecuencia e intensidad han aumentado en las últimas décadas, algo que expertos atribuyen al cambio climático y al calentamiento del mar Mediterráneo, condiciones que aportan la energía y humedad necesarias para fenómenos de este tipo.
Este suceso trágico se une a una lista de DANAs históricas en España, que ha experimentado eventos similares desde hace medio siglo.