Donald Trump asumió su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos declarando el inicio de una «edad de oro» para el país. En su discurso inaugural, aseguró que pondrá fin al «declive» y priorizará una nación «próspera y libre».
Entre sus propuestas, anunció la declaración de una emergencia nacional en la frontera sur para frenar la migración ilegal y el tráfico de drogas. Trump también se comprometió a deportar millones de extranjeros indocumentados y calificó a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Estas medidas refuerzan su enfoque en la seguridad interna, uno de los pilares de su administración.
El presidente también destacó su intención de retirar a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París y de imponer aranceles a países extranjeros. Asimismo, generó sorpresa al anunciar que enviará astronautas a Marte, un proyecto que, según Trump, marcará un hito en la historia de la exploración espacial.
En el ámbito internacional, Trump subrayó su papel como «pacificador», mencionando el cese al fuego en Gaza y la liberación de rehenes israelíes. Líderes globales, incluida la Unión Europea, han expresado sus deseos de colaboración, mientras que figuras como Benjamin Netanyahu y Vladimir Putin también felicitaron al presidente estadounidense.
El discurso inaugural de Trump refuerza su visión de un Estados Unidos fuerte, pero sus políticas unilaterales y ambiciosos objetivos presentan desafíos tanto a nivel interno como externo, que definirán el curso de su mandato.