Manifestantes irrumpieron en el Palacio de Gobierno de Culiacán para exigir justicia por el asesinato de un padre y sus dos hijos menores, víctimas de un ataque armado. La movilización refleja la indignación social ante estos hechos.
Culiacán vivió una jornada de indignación cuando cientos de personas, vestidas de blanco y con globos del mismo color, se manifestaron exigiendo justicia por el trágico asesinato de Antonio de Jesús “N” y sus hijos Alexander “N” y Gael Antonio “N”, de 12 y 9 años respectivamente. El grupo, integrado por hombres, mujeres y niños, inició su recorrido desde la escuela primaria «Sócrates», donde los menores estudiaban, y terminó con la toma del Palacio de Gobierno.
La protesta escaló cuando los manifestantes destruyeron puertas de acceso e ingresaron a las oficinas gubernamentales, donde exigieron ser atendidos por el gobernador Rubén Rocha Moya. Durante el ingreso, se reportó una persona herida debido a los cristales rotos de las puertas principales. Los inconformes, al grito de “con los niños no” y “fuera Rocha”, mostraron su desesperación golpeando muros y utilizando muebles para intentar abrir paso hacia el despacho del mandatario estatal.
El origen de la protesta fue el ataque armado ocurrido el pasado domingo, cuando Antonio de Jesús “N” y sus tres hijos fueron perseguidos a balazos en la carretera a Imala. El padre perdió la vida en el lugar, mientras que los menores fueron trasladados heridos a hospitales. Lamentablemente, Gael Antonio falleció poco después y Alexander sucumbió a las heridas al día siguiente.
La tragedia y el posterior reclamo social reflejan un hartazgo ante la violencia que afecta a las familias de Sinaloa, y un llamado urgente para que las autoridades tomen medidas contundentes en favor de la justicia y la seguridad.
