Amazon.com, el gigante del comercio en línea y el cómputo en la nube, presentó su reporte financiero correspondiente al cuarto trimestre de 2024, mostrando ganancias de 1.86 dólares por acción diluida, un aumento considerable frente a los 1 dólar por acción del año anterior. Sin embargo, a pesar de estos números positivos, las acciones de Amazon cayeron un 6% en las operaciones posteriores al cierre de los mercados debido a expectativas decepcionantes para el futuro.
Aunque las ventas netas de Amazon para el trimestre finalizado el 31 de diciembre fueron de 187,800 millones de dólares, un incremento del 10% respecto al mismo periodo del año anterior, las expectativas de los analistas no se cumplieron en términos de sus previsiones para los próximos trimestres. La compañía anticipa ventas netas para el primer trimestre de entre 151,000 millones de dólares y 155,500 millones, lo que quedó por debajo de las estimaciones de 158,600 millones de dólares.
Otro factor que contribuyó a la caída de las acciones fue la previsión de ingresos operativos para el primer trimestre, que se espera estén entre 14,000 y 18,000 millones de dólares, una cifra inferior a los 15,300 millones registrados el año anterior. Aunque las ventas de Amazon Web Services (AWS) crecieron un 19% hasta llegar a 28,790 millones de dólares, este resultado estuvo ligeramente por debajo de las expectativas de 28,870 millones de dólares, lo que refleja cierta debilidad en su unidad de nube.
La debilidad en el rendimiento de AWS se da en un contexto en el que los inversionistas están cada vez más impacientes por los elevados gastos de capital de las grandes empresas tecnológicas y exigen mejores rendimientos en áreas como la inteligencia artificial (IA). A pesar de este desafío, Amazon está apostando fuerte por el desarrollo de software de IA y, a finales de este mes, lanzará su esperado servicio de voz de inteligencia artificial generativa, Alexa, después de varios retrasos.
En resumen, a pesar de las sólidas ganancias de Amazon durante el último trimestre de 2024, sus expectativas más débiles para el futuro y la presión sobre su unidad de nube contribuyeron a la caída de sus acciones en la Bolsa, lo que refleja la incertidumbre en torno al futuro de la empresa en un mercado cada vez más competitivo.