Más de 700 mil ciudadanos han firmado una petición para que la tauromaquia deje de ser considerada patrimonio cultural en España. La iniciativa, impulsada por la plataforma ‘No Es Mi Cultura’, busca que el Congreso de los Diputados debata la derogación de la ley de 2013 que otorga este reconocimiento a las corridas de toros.
La propuesta fue presentada oficialmente ante la Oficina del Censo Electoral de Madrid, donde se verificarán las 715 mil 606 firmas recolectadas en un plazo de seis meses. Mientras tanto, más de un centenar de activistas y asociaciones animalistas se congregaron frente al Congreso, reclamando «una cultura basada en la vida y no en la muerte».
Marta Esteban, portavoz de la comisión promotora, subrayó que el objetivo no es prohibir la tauromaquia, sino permitir que cada región o ayuntamiento decida sobre su futuro. «En democracia la cultura se elige, no se impone», afirmó, agregando que la actual legislación impide a las comunidades autónomas prohibir las corridas incluso si existe un amplio rechazo social.
Según datos citados por la iniciativa, ocho de cada diez españoles rechazan la tauromaquia. Esteban también solicitó la eliminación de las subvenciones públicas destinadas a esta práctica, proponiendo que esos fondos se redirijan a áreas como sanidad, educación o formas de cultura no relacionadas con la crueldad animal.
Esta propuesta llega en un contexto de creciente rechazo social hacia las corridas de toros, generando un debate sobre el equilibrio entre tradición y derechos de los animales en el marco de la cultura española.