Alan Mozo, futbolista de las Chivas, se encuentra en el centro de la controversia tras promover un grupo de apuestas deportivas a través de su cuenta de Instagram. En sus publicaciones, Mozo invitó a sus seguidores a unirse a un grupo de apuestas en Telegram llamado ‘Matías Bets’, una actividad que está prohibida por la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Estas acciones ocurrieron poco después de que se diera a conocer que siete jugadores de la tercera división del futbol mexicano recibieron sanciones combinadas de 57 años de castigo por participar en apuestas relacionadas con el futbol.
La FMF y la Comisión Disciplinaria ya han mostrado su preocupación por las apuestas deportivas, ya que estas pueden implicar manipulación de partidos y corrupción dentro del futbol. En este sentido, la FIFA también tiene normativas estrictas, ya que su Código de Ética prohíbe que jugadores, entrenadores y demás figuras del futbol participen en apuestas relacionadas con el deporte. De acuerdo con el artículo 26 de dicho código, Mozo podría enfrentarse a una inhabilitación de hasta tres años, además de una multa de 100,000 francos suizos (aproximadamente 2.2 millones de pesos mexicanos).
El caso de Mozo es una nueva advertencia sobre los riesgos que implican las apuestas deportivas, especialmente después de que la FMF sancionara a los siete jugadores por manipulación de partidos. Estos futbolistas, provenientes de equipos como Real Apodaca y Correcaminos UAT, fueron suspendidos por varios años, algunos de ellos con penas de hasta 16 años. La situación de Mozo podría poner en peligro su carrera profesional si se confirma su implicación en actividades ilegales relacionadas con apuestas.
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