Las instituciones bancarias en México enfrentarán nuevos desafíos en la lucha contra el financiamiento al terrorismo, luego de que Estados Unidos designara a seis cárteles de droga mexicanos como organizaciones terroristas. A pesar de contar con regulaciones robustas contra el lavado de dinero, los expertos indican que los bancos deberán actualizar sus modelos de prevención de riesgos, ajustando tanto sus metodologías como su capacitación interna.
Carlos Valderrama, socio fundador de Legal Paradox, explicó que esta nueva designación representa un desafío importante, pues México no había considerado hasta ahora la amenaza del terrorismo dentro de sus riesgos financieros. Esto obligará a las entidades bancarias a revisar y modificar sus manuales, metodologías y matrices de riesgo, además de formar a su personal en la identificación de actividades sospechosas.
Por otro lado, Alondra de la Garza, especialista en prevención de lavado de dinero, señaló que la mayoría de los controles existentes están orientados a prevenir el lavado de dinero, sin enfocarse específicamente en el financiamiento al terrorismo. Con esta nueva realidad, las instituciones financieras deberán identificar las vulnerabilidades en sus procesos y reforzar los protocolos de seguridad.
Aunque la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) no ha identificado indicios claros de terrorismo en México, advierte que el país podría ser utilizado como plataforma para actividades extremistas. Frente a este escenario, los bancos deberán aplicar tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial y análisis de datos, para monitorear de manera más eficaz las transacciones sospechosas. Los expertos enfatizan la necesidad de que el sistema financiero mexicano se mantenga alerta y se adapte rápidamente a estos nuevos riesgos.
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