Ismael «El Mayo» Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, ha solicitado formalmente su repatriación a México, argumentando que Estados Unidos no tiene legitimidad para imponerle la pena de muerte. En una carta enviada desde la cárcel, el narcotraficante de 77 años pidió a las autoridades mexicanas intervenir en su proceso judicial para evitar que su caso siente un precedente peligroso en la lucha contra el narcotráfico.
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que la misiva fue recibida por el consulado mexicano en Nueva York y que se analizará la situación. Según Zambada, su captura en Texas fue «irregular» y resultado de una traición dentro del mismo cártel. Incluso acusó a Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo», de haberlo entregado a las autoridades estadounidenses.
El capo advirtió que su extradición sin un proceso legal adecuado podría afectar la relación bilateral entre México y EE. UU. y abrir la puerta a más extradiciones de ciudadanos mexicanos sin respetar la soberanía nacional. Su defensa argumenta que el juicio podría tardar años y que la pena de muerte es una posibilidad debido a los cargos de narcotráfico y tráfico de fentanilo en su contra.
La respuesta del gobierno mexicano a esta petición se da en un contexto de creciente tensión con Washington, luego de que EE. UU. designara a varios cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Sheinbaum enfatizó que la soberanía del país no está en discusión y que se evaluarán las implicaciones del caso antes de tomar una decisión.
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