La revolución tecnológica avanza de manera imparable, trayendo consigo cambios que transforman industrias, economías y relaciones internacionales. En este entorno, México enfrenta grandes retos para adaptarse a esta nueva era, especialmente en el ámbito de las telecomunicaciones y la implementación de la red 5G. Según Ernesto Piedras Feria, CEO de The Competitive Intelligence Unit (CIU), la regulación de sectores clave como las telecomunicaciones y la inteligencia artificial se vuelve fundamental, sobre todo dentro del marco de acuerdos internacionales como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Una de las innovaciones que está marcando el futuro de la tecnología es el avance de la inteligencia artificial, donde empresas como DeepSeek están desafiando a gigantes establecidos. En poco más de un mes, DeepSeek lanzó un producto capaz de impactar fuertemente a Nvidia, líder mundial en microprocesadores, reduciendo su valor en un 18% durante varios días. Aunque Nvidia ha comenzado a recuperar parte de su valor, este evento ha sacudido al mercado y generado incertidumbre, dejando claro que la competencia por la supremacía en inteligencia artificial está en su punto más álgido.
México, por su parte, debe adaptarse rápidamente a esta ola tecnológica. La transición hacia la red 5G es esencial para que el país no se quede atrás, pero esto implica no solo la infraestructura necesaria, sino también una regulación adecuada para gestionar los riesgos asociados, como la ciberseguridad. La capacidad de México para integrarse de manera efectiva en la revolución digital dependerá de cómo aborde estos desafíos y de su disposición para implementar políticas que promuevan la innovación y la competitividad en el nuevo escenario global.
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