Panamá y Costa Rica enfrentan desafíos al ser «países puente» para deportados de EE.UU.

Panamá y Costa Rica están recibiendo migrantes deportados desde EE.UU., pero se enfrentan a desafíos operativos y legales al servir como países de tránsito. A pesar de la financiación estadounidense, las autoridades latinoamericanas deben gestionar el proceso de repatriación mientras abordan los temores de los migrantes a regresar a sus países de origen.

Centenares de migrantes provenientes de países asiáticos y otros continentes han sido deportados por el gobierno de Estados Unidos a Panamá y Costa Rica, países que ahora cumplen el rol de “puentes” para facilitar su repatriación a sus países de origen. En Panamá, alrededor de 300 migrantes llegaron esta semana y fueron alojados en hoteles bajo estricta vigilancia, mientras que Costa Rica espera recibir a 200 más.

Este proceso, financiado por Estados Unidos y supervisado por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), enfrenta una serie de complicaciones. Las autoridades de ambos países han aclarado que su rol es servir como intermediarios, pero esto implica retos logísticos, legales y éticos. Muchos de los deportados provienen de países con gobiernos autoritarios o en conflicto, lo que genera temores sobre su seguridad si regresan. Varios migrantes han expresado que preferirían no regresar a sus países de origen debido a las persecuciones políticas, el riesgo de tortura o incluso la amenaza de muerte.

El proceso de repatriación se ve aún más complicado por las dificultades diplomáticas que enfrentan Panamá y Costa Rica al negociar con los gobiernos de los países de origen de los deportados. Si bien Panamá ha decidido que no ofrecerá asilo, algunos de los migrantes que temen por su seguridad podrían tener la oportunidad de solicitar refugio en Costa Rica, que ha señalado que evaluará casos de migrantes individualmente.

Este escenario plantea importantes preguntas sobre los derechos de los migrantes y las responsabilidades de los países en tránsito. Aunque las deportaciones están respaldadas por los acuerdos con EE.UU., el proceso está generando controversia, especialmente en lo que respecta a la posibilidad de que los migrantes sean devueltos a lugares donde podrían enfrentar persecución. La situación sigue evolucionando, y tanto Panamá como Costa Rica continúan evaluando cómo manejar los casos de los deportados mientras buscan soluciones a largo plazo para estas personas atrapadas en el limbo.

Este artículo ha sido elaborado a partir de información publicada en BBC. Para leer la nota original, visita: https://goo.su/zasVV52

El contenido ha sido parafraseado con el propósito de informar. Todos los derechos del texto original pertenecen a BBC y a su autor.

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