México se encuentra en un contexto internacional complicado que influye negativamente en sus perspectivas económicas, según un informe de UBS. Entre los principales factores que afectan al país están la incertidumbre comercial, las políticas migratorias cambiantes, las tensiones diplomáticas con Estados Unidos, y un bajo ritmo de inversión. Además, las presiones fiscales y las dudas legales generadas por la reforma judicial se suman a la lista de retos.
El informe menciona que la economía mexicana venía mostrando señales de desaceleración desde 2022, con una reducción de su crecimiento a un 3.7% en 2022 y un 3.3% en 2023. Para 2024, el Banco de México ajustó su pronóstico a 0.6%, lo que refleja la tendencia a la baja de la economía. No obstante, UBS mantiene una visión moderadamente optimista para 2025, con una proyección de crecimiento del 1%, aunque reconocen que los riesgos continúan al alza.
A pesar de estos desafíos, el informe destaca que existen oportunidades si el gobierno mexicano logra fomentar la inversión privada y fortalecer la cooperación internacional. En este sentido, el Plan México lanzado en enero de 2025 busca impulsar la integración económica de América del Norte, reducir la dependencia de importaciones asiáticas y atraer inversión extranjera mediante incentivos fiscales y programas de capacitación laboral. Aunque aún faltan detalles, este plan refleja la intención de mejorar la resiliencia económica del país.
Por último, UBS señala que, a pesar de las tensiones comerciales, no es probable que se produzca una guerra comercial a gran escala, ya que la relación comercial entre México y Estados Unidos ha superado otros períodos difíciles y probablemente continuará en esa dirección.