El Consejo de Ministros ha aprobado un anteproyecto de ley que regula el uso de la inteligencia artificial (IA) en España, alineándose con el Reglamento Europeo de IA. Esta normativa busca promover un uso ético, inclusivo y responsable de la tecnología, que podría tener tanto beneficios como riesgos para la democracia y los derechos digitales. El ministro de Transformación Digital, Óscar López, destacó la importancia de garantizar que las aplicaciones de IA no sean utilizadas para difundir desinformación o manipular a las personas.
Una de las principales medidas de la nueva ley es la obligación de etiquetar los contenidos generados con IA, como videos, audios y textos. En particular, los llamados ‘deepfakes’, que pueden alterar la realidad de manera peligrosa, deberán ser claramente identificados. No obstante, aún no se ha definido cómo se llevará a cabo este etiquetado, más allá de lo estipulado en el reglamento europeo, que exige que esta identificación sea clara desde el primer contacto del usuario con el contenido.
Además de las medidas contra los deepfakes, el anteproyecto establece un marco de supervisión para diferentes tipos de aplicaciones de IA según su nivel de riesgo. Las tecnologías de «alto riesgo», como los sistemas de reconocimiento biométrico o las que afectan a la seguridad pública, estarán sometidas a una regulación más estricta. La Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia) será la encargada de garantizar el cumplimiento de la normativa, con posibles sanciones económicas para quienes no respeten las regulaciones.
El reglamento europeo de IA, que ya fue adoptado por las instituciones comunitarias, busca clasificar las aplicaciones de IA según su impacto, con el fin de prevenir abusos y proteger a los usuarios. Sin embargo, aspectos clave como la señalización de contenidos generados por IA y la protección de los derechos de autor aún no han sido completamente detallados en la nueva ley.
