La cadena de café Starbucks atraviesa una transformación global con la estrategia “Back to Starbucks”, impulsada por su nuevo CEO, Brian Niccol. Su objetivo es regresar a la esencia de la marca, enfocándose en la experiencia en tienda y en la calidad del café. Sin embargo, la reestructuración trajo consigo despidos, recorte de productos y ajustes operativos, generando incertidumbre en distintos mercados.
En México, donde Starbucks es operado por Alsea, la empresa mantiene un crecimiento moderado, pero enfrenta el desafío de implementar esta estrategia sin afectar su rentabilidad. En el último trimestre, las ventas en tiendas comparables crecieron 5.2%, muy por debajo del 17% registrado en 2023 y el 29.8% en 2022, lo que refleja una desaceleración en su expansión.
Pese a este contexto, Starbucks mantiene su plan de crecimiento en México y busca alcanzar 1,000 tiendas para 2026. Actualmente opera 892 unidades, lo que implica abrir 108 nuevas sucursales en dos años con una inversión de 4,500 millones de pesos. Para lograrlo, la compañía busca optimizar operaciones sin comprometer la experiencia del cliente.
Parte de la estrategia incluye simplificar procesos, reduciendo la oferta de productos y reintroduciendo barras con crema y azúcar en tiendas. Niccol ha señalado que la clave del éxito será hacer que los clientes disfruten nuevamente de la experiencia en las cafeterías, más allá de la rapidez del servicio.
A pesar de los cambios, Starbucks sigue siendo una marca fuerte en México. El reto en los próximos meses será adaptarse al nuevo modelo sin perder atractivo frente a la creciente competencia en el segmento de café premium. Si la estrategia logra consolidarse sin afectar su rentabilidad, México podría convertirse en uno de los mercados clave para la empresa a nivel global.