La NASA ha contribuido al desarrollo de una tecnología innovadora que optimiza las pruebas de ruido en aeronaves y, al mismo tiempo, ofrece un beneficio inesperado: la detección temprana de plagas en la agricultura. Se trata de WirelessArray, un sistema de micrófonos inalámbricos creado por Interdisciplinary Consulting Corporation (IC2), con el apoyo del Centro de Investigación Langley en Virginia.
Hasta ahora, los fabricantes de aviones han dependido de costosos sistemas con cientos de micrófonos con cable para medir el ruido de sus aeronaves, lo que requería grandes camiones, generadores y hasta tres días de instalación. Con WirelessArray, las pruebas pueden realizarse en un solo día con un equipo reducido, ya que el sistema es portátil y fácil de instalar.
El objetivo inicial de la NASA era hacer más asequibles las pruebas de certificación de ruido exigidas por la Administración Federal de Aviación (FAA). WirelessArray permite registrar y mapear la presión sonora generada por las aeronaves en vuelo, proporcionando datos precisos que facilitan el diseño de aviones más silenciosos.
Sin embargo, la utilidad de esta tecnología ha trascendido la aviación. IC2 ha trabajado con especialistas en entomología para aplicar los micrófonos en zonas agrícolas, donde pueden detectar sonidos de insectos de alta frecuencia. Esta información ayuda a los agricultores a identificar puntos críticos de infestación y actuar a tiempo, reduciendo la necesidad de pesticidas y protegiendo los cultivos.
Ya sea mejorando la eficiencia de las pruebas de ruido o ayudando a los agricultores a combatir plagas de manera más sostenible, la NASA sigue demostrando cómo su tecnología puede generar soluciones innovadoras en múltiples industrias.