El gobierno de Estados Unidos ha abierto una investigación bajo la denominada “Sección 232” para evaluar si las importaciones de camiones de trabajo y sus componentes representan un riesgo para su seguridad nacional. Así lo informó este miércoles el Departamento de Comercio, en una medida que podría anticipar la imposición de nuevos aranceles sobre este tipo de vehículos.
La indagación se enfocará particularmente en los camiones medianos y pesados, además de sus partes, y busca determinar hasta qué punto la producción nacional es capaz de cubrir la demanda interna. También se analizará si existe una dependencia excesiva de un reducido número de países proveedores, lo que podría vulnerar el suministro en caso de tensiones geopolíticas o conflictos comerciales.
Como parte del proceso, el Departamento de Comercio ha abierto un periodo para recibir comentarios del público y del sector industrial hasta mediados de mayo. Esta etapa permitirá recopilar información clave sobre la estructura del mercado, los niveles de importación y la capacidad de producción local.
Esta investigación se suma a una serie de acciones similares tomadas en años recientes bajo la administración estadounidense, que ha recurrido a la “Sección 232” como instrumento para justificar medidas proteccionistas en sectores estratégicos como el acero, el aluminio y, más recientemente, los vehículos eléctricos. La resolución de este caso podría tener implicaciones importantes para los fabricantes extranjeros y para el comercio internacional en general.