La Habana, Cuba. – El 29 de abril de 2025, José Daniel Ferrer, un prominente disidente cubano, fue arrestado por las autoridades del país, tras ser acusado de violar los términos de su libertad condicional. Este arresto ocurre apenas tres meses después de su liberación, que formaba parte de un acuerdo mediado por el Vaticano con el gobierno de Joe Biden.
Según lo informado por Maricela Sosa, vicepresidenta del Tribunal Supremo de Cuba, Ferrer no se presentó a dos audiencias judiciales obligatorias tras su excarcelación, lo que constituyó una violación directa de las condiciones de su liberación. Además, Ferrer utilizó sus redes sociales para anunciar su desobediencia, indicando que no asistiría a las audiencias, lo que Sosa calificó como un “flagrante desafío” a la ley.
Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), ha sostenido siempre que fue encarcelado injustamente por el régimen cubano, argumentando que su presencia en las audiencias judiciales era innecesaria.
Tras el arresto, la hermana de Ferrer, Ana Belkis Ferrer, confirmó en redes sociales que, además de José Daniel Ferrer, fueron detenidos su esposa, Nelva, su hijo, y varios activistas que se encontraban con ellos. Ana Belkis exigió la liberación inmediata de su hermano y de todos los presos políticos.
En el mismo comunicado, Sosa también informó sobre el arresto de Félix Navarro, otro destacado opositor cubano, quien había sido condenado a 9 años de prisión tras las protestas antigubernamentales de 2021. Navarro fue arrestado por abandonar el municipio donde reside sin la debida autorización judicial, lo que también constituyó una violación a su libertad condicional.
Este arresto se da en un contexto de creciente presión internacional sobre el gobierno cubano, especialmente desde que Joe Biden asumió la presidencia de Estados Unidos, con un enfoque renovado en los derechos humanos y la liberación de prisioneros políticos en la isla.