En una visita oficial a la Casa Blanca, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa fue sorprendido por su anfitrión, Donald Trump, quien desvió la conversación hacia la situación de los agricultores blancos en Sudáfrica. Trump mostró imágenes de asesinatos y un video del líder opositor Julius Malema cantando una canción con la frase «shoot the Boer», lo que interpretó como evidencia de un «genocidio» contra esta comunidad.
Ramaphosa, visiblemente incómodo, defendió el sistema democrático de su país y aclaró que la criminalidad afecta tanto a blancos como a negros. También señaló que Malema y su partido no forman parte del gobierno y que sus declaraciones no representan la política oficial.
El corresponsal de la BBC en la Casa Blanca describió el encuentro como una «emboscada» cuidadosamente preparada por Trump, quien llegó con materiales que respaldaban sus argumentos. La atmósfera en la sala cambió drásticamente, dejando a la delegación sudafricana sin saber cómo responder.
Este incidente ocurre días después de que un grupo de 59 afrikáners fuera admitido en EE.UU. como refugiados bajo un nuevo programa impulsado por Trump, basado en presuntas violaciones de derechos humanos contra blancos en Sudáfrica. Elon Musk, sudafricano de nacimiento, estuvo presente durante el encuentro y ha amplificado esta narrativa desde sus redes sociales.