Un equipo de científicos chinos ha marcado un hito significativo en las telecomunicaciones espaciales al lograr una transmisión de datos de 1 gigabit por segundo (Gbps) desde un satélite en órbita geoestacionaria hasta la Tierra, utilizando un láser de apenas 2 vatios de potencia. Este logro es notable no solo por la velocidad, que es cinco veces más rápida que la máxima alcanzada por Starlink de Elon Musk, sino también porque resuelve el gran obstáculo de las comunicaciones láser: la turbulencia atmosférica. La tecnología china permite transmisiones ultrarrápidas desde satélites situados a más de 36,705 kilómetros de altura, una distancia significativamente mayor que la de los satélites de Starlink, que operan a unos pocos cientos de kilómetros. La velocidad alcanzada es suficiente para enviar una película en alta definición en menos de cinco segundos.
El mecanismo revolucionario detrás de esta tecnología láser fue desarrollado por Wu Jian, profesor de la Universidad de Correos y Telecomunicaciones de Pekín, y Liu Chao, de la Academia China de Ciencias. Su «solución revolucionaria» combina dos tecnologías clave: la óptica adaptativa y la recepción por diversidad de modos. La óptica adaptativa es un sistema de corrección de señal en tiempo real que utiliza microespejos deformables controlados por computadora para contrarrestar las distorsiones que sufre la luz láser al atravesar la atmósfera turbulenta. Por su parte, la recepción por diversidad de modos aprovecha múltiples canales de propagación de la luz para mejorar la fiabilidad de la comunicación, dividiendo la luz entrante en varios canales y combinando las señales más fuertes en tiempo real mediante algoritmos especializados. Los investigadores observaron un aumento significativo en la intensidad de la señal al combinar ambas tecnologías, mejorando la probabilidad de señales utilizables del 72% al 91.1%, un aspecto crítico para la transmisión de datos de alto valor.
China se está consolidando como líder en el desarrollo de tecnología de comunicación láser espacial. En 2020, su satélite Shijian-20 ya había establecido un récord con una transmisión de 10 Gbps desde órbita geoestacionaria, aunque los detalles sobre la potencia de ese láser permanecen en secreto. De hecho, se ha afirmado que el ejército estadounidense envió un satélite para espiar al Shijian-20, pero el satélite chino se alejó. La velocidad promedio de Starlink de Musk palidece en comparación, ofreciendo velocidades de entre 50 y 200 megabits por segundo.
Aunque la tecnología láser china es aún experimental y no comparable comercialmente con Starlink, empresas chinas ya tienen como objetivo desafiar la hegemonía de Musk. Proyectos como Qianfan (Constelación de las Mil Velas), que ya ha lanzado sus primeros 54 satélites, buscan ofrecer servicios de internet desde órbita baja con alta velocidad y baja latencia. Además, China está desarrollando Guowang, una constelación estatal de alrededor de 13,000 satélites, y Honghu-3, un proyecto privado con 10,000 satélites. El gobierno chino ha identificado la integración de redes espaciales y terrestres como una prioridad estratégica para las futuras generaciones de telecomunicaciones, incluyendo la ambiciosa red 6G. Las comunicaciones láser, al ofrecer velocidades más altas, mayor seguridad y menor latencia que las señales de radio tradicionales, se perfilan como un componente clave de esta infraestructura futura.