En la Cumbre de líderes del G7 celebrada en Alberta, Canadá, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, emitió un firme pronunciamiento en favor de los derechos y la dignidad de las personas migrantes. Durante la plenaria número 51, Sheinbaum enfatizó la importancia de reconocer el esfuerzo de quienes, obligados por necesidad, han migrado y contribuido al desarrollo económico de sus países de destino, particularmente refiriéndose a los mexicanos residentes en Estados Unidos.
Sheinbaum subrayó que estos migrantes han edificado su vida con dignidad, respetan las leyes, cumplen con sus obligaciones fiscales y merecen un trato justo y sin discriminación. “El objetivo último debe ser que las personas puedan acceder a empleo digno y calidad de vida en sus países de origen”, expresó ante líderes del G7 y naciones invitadas.
La mandataria aprovechó el foro para proponer la realización de una Cumbre por el Bienestar Económico, que reuniera tanto a los países del G7 como a miembros de la CELAC y otros estados interesados. El objetivo sería construir una cooperación más equitativa y un sistema de comercio justo que siente las bases para una paz global duradera.
En un mensaje cargado de simbolismo, Sheinbaum evocó la frase del expresidente mexicano Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Así, instó a las grandes potencias a no optar por la confrontación, sino por el diálogo y la colaboración. Según sus palabras, ningún país puede avanzar aislado o a costa del bienestar de otros. “Cooperar es apostar por un futuro común justo y sostenible”, concluyó.