La Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados avaló este jueves las leyes secundarias que transfieren la supervisión y mando de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en un paso decisivo para consolidar la militarización de la seguridad pública.
Diputados de Morena y aliados argumentaron que la medida busca dar continuidad transexenal a la corporación y mejorar su eficacia en zonas de alta violencia. Sostuvieron que la profesionalización militar garantizará disciplina y capacidad operativa superior.
En contraste, legisladores de oposición criticaron el dictamen por vulnerar el principio constitucional de “seguridad pública civil” y advirtieron riesgos de abuso de autoridad. Exigieron la creación de mecanismos de supervisión civil y refrendaron su rechazo a la militarización permanente.
El dictamen pasará ahora al pleno de San Lázaro, donde se prevé un intenso debate. Organizaciones de derechos humanos han convocado a manifestaciones para exigir un modelo de seguridad con enfoque en prevención y control civil.