Un reciente informe de pv magazine Latam advierte que la energía solar residencial en Estados Unidos atraviesa una crisis sin precedentes, ante la expiración de créditos fiscales y el alza de precios de silicio y paneles solares. Las instalaciones nuevas cayeron 22 % en el último trimestre, poniendo en jaque a cientos de pequeños proveedores.
La falta de incentivos federales —como el fin de la extensión del Investment Tax Credit— ha desincentivado a propietarios de vivienda que planeaban invertir en sistemas fotovoltaicos. Además, los aranceles al silicio importado encarecen aún más el costo total de los proyectos.
Expertos del sector señalan que, de no reactivarse los estímulos fiscales o reducirse los aranceles, varias empresas de instalación podrían cerrar operaciones en los próximos meses, afectando la meta de EEUU de alcanzar 100 GW de capacidad solar residencial en 2030.
El debate político se intensifica: mientras ecologistas piden reinstaurar y ampliar los incentivos, algunos legisladores argumentan que el mercado debe adaptarse sin subsidios. El futuro de la energía limpia doméstica pende de la decisión del Congreso en su próxima sesión de verano.