Los recientes ataques de Israel contra territorio iraní han provocado un saldo alarmante: al menos 657 personas fallecidas y más de 2,000 heridas, de acuerdo con la organización Human Rights Activists News Agency (HRANA), con sede en Estados Unidos. Esta cifra supera ampliamente los datos oficiales publicados previamente por las autoridades iraníes.
HRANA, que fue fundada en Irán en 2005 y posteriormente trasladada a EE.UU., detalló que entre las víctimas se encuentran 263 civiles, incluyendo al menos una veintena de menores, además de 164 militares. También se registraron otras 230 muertes cuya identidad o perfil aún no ha podido ser determinado con certeza.
Los ataques comenzaron el pasado 13 de junio como parte de una operación israelí que, según sus autoridades, busca frenar el desarrollo de armamento nuclear por parte del gobierno de Teherán, una intención que ha sido negada en reiteradas ocasiones por la administración iraní. La ofensiva ha incluido bombardeos masivos que, además de pérdidas humanas, han generado destrucción en diversas regiones del país.
Mientras tanto, del lado israelí, las autoridades reportan al menos 25 fallecimientos a causa de los lanzamientos de misiles y drones provenientes de Irán. La escalada del conflicto ha generado preocupación internacional, ya que tanto los ataques como las represalias se intensifican sin señales claras de una salida diplomática cercana.