Durante la madrugada del 20 de junio, Israel atacó decenas de instalaciones militares iraníes, incluidas fábricas de misiles en las afueras de Teherán, en represalia por bombardeos previos en Beersheba efectuados por Irán. Este intercambio marca el séptimo día de escalada en un conflicto que ya ha movilizado a tropas estadounidenses en la región.
Mientras tanto, en Ginebra se celebra una reunión técnica del E3 (Francia, Reino Unido y Alemania) y representantes de la Unión Europea para discutir el programa nuclear iraní, aunque sin esperarse avances inmediatos en el cese de hostilidades. Al mismo tiempo, el Consejo de Seguridad de la ONU debate por segunda vez la crisis, con el posible ingreso de Estados Unidos apoyando a Israel.
Analistas internacionales advierten que la prolongación del conflicto podría desestabilizar rutas energéticas clave y presionar al alza los precios del crudo a nivel global.
