La reciente reforma laboral para plataformas digitales, que entró en vigor este 22 de junio, plantea nuevos retos para empresas como Uber, DiDi y Rappi, ya que ahora deberán otorgar prestaciones básicas y seguridad social a sus colaboradores. Esto implica un aumento en los costos operativos, lo que podría reflejarse en tarifas más altas para los usuarios y menores ingresos para algunos conductores y repartidores.
De acuerdo con estimaciones de Uber, uno de cada tres conductores podría perder oportunidades de generar ingresos, lo que representaría una pérdida de hasta 12 mil millones de pesos para quienes dependen de estas aplicaciones. Además, la compañía anticipa que de sus 250 mil conductores, aproximadamente 83 mil podrían dejar de operar por las nuevas condiciones.
La reforma establece que quienes perciban al menos un salario mínimo mensual deberán ser considerados trabajadores formales, con derecho a prestaciones como aguinaldo, prima vacacional, indemnización por despido y reparto de utilidades. Asimismo, las plataformas deberán monitorear el tiempo de conexión de cada colaborador y asumir el costo de su cobertura en caso de accidentes de trabajo.
Aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación recientemente invalidó el impuesto del 2% por uso de infraestructura urbana en la CDMX para estas plataformas, expertos advierten que podrían surgir iniciativas similares en otros estados. Pese a los retos, la Secretaría del Trabajo defiende que la reforma beneficiará a más de 700 mil personas, y especialistas como Jesús Moscoso afirman que, a largo plazo, podría fortalecer la relación entre las empresas y sus colaboradores.