Tras concluir la reunión del G7 en Berlín, los principales mercados financieros reaccionaron al alza. Se anunció un paquete de apoyo a Ucrania por 100 000 millones de dólares y un posible tope al precio del gas ruso, lo que generó optimismo en las bolsas europeas y asiáticas.
Este acuerdo disipó parcialmente la incertidumbre sobre interrupciones energéticas, reduciendo las tasas de interés implicadas en la renta fija global. Los índices STOXX 600 y Nikkei 225 cerraron con ganancias de entre 1.5 % y 2 %.
En México, esto impulsó un ligero retroceso del dólar frente al peso, y el S&P/BMV IPC resintió más el efecto positivo por el impacto de la inflación local, aunque no perdió terreno.
Analistas advierten que, pese al impulso, la perspectiva sigue limitada: si las tensiones energéticas o la guerra se reactivan, los flujos podrían invertirse rápidamente.