Los productores de acero de Canadá han expresado su profunda insatisfacción con las medidas arancelarias de protección implementadas por el gobierno, argumentando que son insuficientes para salvaguardar la industria nacional. A pesar de los esfuerzos de Canadá por mitigar el impacto de los aranceles de importación de acero y aluminio impuestos por Estados Unidos, los representantes del sector advierten sobre un persistente problema de dumping y el riesgo de despidos masivos. La inquietud radica en que productos de acero de origen europeo y asiático, desviados hacia Canadá para eludir los aranceles estadounidenses, están inundando el mercado canadiense y volviendo el acero doméstico no competitivo.
La industria siderúrgica canadiense ya ha sufrido las consecuencias directas de esta situación. Desde la imposición inicial de aranceles por parte de Estados Unidos en marzo, se han registrado mil despidos, y se anticipa que esta cifra podría aumentar si no se toman acciones más decisivas. Los productores han instado al gobierno a expandir las cuotas arancelarias, incluyendo a todos los países que participan en prácticas comerciales desleales, para frenar la entrada de productos a precios artificialmente bajos.
Por su parte, el Ministerio de Finanzas canadiense considera que las medidas anunciadas constituyen un primer paso integral. No obstante, ha manifestado su disposición a ajustar su respuesta en función de las discusiones en curso con Estados Unidos. La situación pone de manifiesto la complejidad de la dinámica comercial global y la presión que enfrentan las industrias nacionales ante las fluctuaciones y barreras comerciales internacionales, exigiendo una respuesta más contundente para proteger el empleo y la competitividad.