En una sesión que se prolongó por más de diez horas, los diputados avalaron en lo general la nueva Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia, con 349 votos a favor de Morena, PT y PVEM, y 132 en contra del PAN, PRI y MC. La aprobación marca un paso decisivo en la estructuración de un órgano de inteligencia civil, hasta ahora disperso en distintas dependencias.
Durante el debate, el coordinador de la bancada priista, Rubén Moreira, intervino en 19 ocasiones, cuestionando la amplitud de facultades que otorga la norma a los servicios de inteligencia y su posible uso para la vigilancia política. Por su parte, legisladores oficialistas defendieron la iniciativa como un instrumento clave para reforzar la seguridad nacional y combatir la delincuencia organizada.
El dictamen, que incluyó disposiciones sobre intercambio de información con gobiernos extranjeros y protocolos de protección de datos personales, fue enviado de inmediato al Senado, donde podría discutirse en el pleno este domingo. Analistas legislativos prevén posibles reservas y modificaciones en comisiones senatoriales antes de su aprobación definitiva.
Organizaciones de la sociedad civil y grupos de derechos humanos han expresado su preocupación por la falta de mecanismos independientes de supervisión y las implicaciones para la privacidad de los ciudadanos. Exigen la creación de un órgano externo que audite las actividades de inteligencia y garantice la transparencia en su operación.