México ha logrado reducir su déficit fiscal a 356,718 millones de pesos, una mejora atribuida a una contención en el gasto público y un aumento en los ingresos presupuestarios. Este esfuerzo, liderado por la administración de Claudia Sheinbaum, busca una consolidación fiscal crucial para el año. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del déficit, disminuyeron un 47% interanual. El gobierno aspira a reducir el RFSP al 3.9% del PIB este año, desde un máximo histórico del 5.7% en 2024.
El gasto público del gobierno federal, específicamente el gasto programable, mostró una disminución del 9.6% anual entre enero y mayo, contribuyendo a esta reducción del déficit. Sin embargo, este recorte en el gasto programable es crítico, ya que impacta directamente en la provisión de servicios públicos. A pesar de la reducción general, el gobierno ha logrado cubrir sus programas sociales, inversiones en infraestructura y servicios esenciales, ejecutando el 94.3% de lo programado.
Paralelamente, mientras los ingresos petroleros han estado por debajo de las expectativas con una caída del 23.8% anual, la recaudación de impuestos ha mostrado un desempeño robusto. Los ingresos tributarios aumentaron un 8.9% anual, el mayor incremento desde 2016, impulsado por una sólida captación del IVA y el ISR, lo que sugiere un mercado interno resiliente y una mayor eficiencia en la recaudación. No obstante, el Balance Histórico de los RFSP, la medida más amplia de la deuda, continuó en ascenso, alcanzando 17.673 billones de pesos en mayo, un crecimiento del 9.1% respecto al año anterior. A pesar de esto, la deuda como porcentaje del PIB se mantiene baja en comparación regional, lo que da cierta confianza a los mercados.