Grupo Minero Bacis, empresa mexicana con una larga historia en la industria extractiva, volvió a ocupar titulares tras denunciar el robo de 33 toneladas de concentrado de oro y plata, un golpe millonario y logístico que pone en el foco a esta minera con sede en Durango.
Controlada por la compañía Atalaya de Argenta y encabezada por la familia Gutiérrez, el grupo tiene como figura más visible a Jaime Gutiérrez Núñez, ingeniero en geofísica y presidente del Consejo de Administración. Con formación académica en la Colorado School of Mines, Harvard y el IPADE, Gutiérrez Núñez representa el rostro técnico y empresarial de la minera.
La historia de Grupo Bacis se remonta al siglo XVII, cuando la zona minera era conocida como Real de San Hipólito. Tras décadas de abandono y actividad intermitente, fue en 1974 cuando los hermanos Gutiérrez Monárrez adquirieron la antigua mina, refundando la operación bajo el nombre de Unidad El Herrero. Desde entonces, se ha expandido y modernizado, incluyendo la construcción de una planta de procesamiento en 2013.
Sin embargo, no está exenta de controversias. Ese mismo año, la Profepa inspeccionó la unidad tras un desbordamiento de una presa de jales contaminada con químicos, afectando 300 m² de suelo. Aunque se impusieron medidas correctivas, el incidente dejó dudas sobre sus prácticas ambientales.
Con este reciente robo, la seguridad logística y operativa de la empresa vuelve a estar bajo escrutinio, en un contexto de creciente presión sobre las compañías mineras para reforzar sus controles y su transparencia.