Este sábado 12 de julio, la UNESCO inscribió oficialmente en su Lista de Patrimonio Mundial la «Ruta Wixárika por los sitios sagrados a Wirikuta. Tatehuari Huajuyé», presentada por el Estado mexicano. La decisión, tomada durante la 47ª sesión del comité celebrada en París, representa un hito para las comunidades wixaritari, quienes llevan casi 30 años impulsando esta nominación. El reconocimiento destaca no solo el valor espiritual de este itinerario, sino también su carácter como el primer sitio “vivo” de pueblos originarios incluido en dicha lista.
La ruta comprende 500 kilómetros de recorrido que atraviesan cinco estados mexicanos (Nayarit, Jalisco, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí), con un total de 20 sitios sagrados dentro de un área de más de 135 mil hectáreas. A lo largo de este corredor cultural y natural, los wixaritari mantienen viva su cosmovisión a través de rituales, música, danza y narrativas ancestrales transmitidas por sus ancianos y chamanes, o mara’akate. Es un camino donde el entorno y lo espiritual se entrelazan, simbolizados por figuras como el venado, el águila, el fuego o el peyote.
Totupica Candelario Robles, representante del Consejo Regional Wixárika, explicó que la iniciativa nació como respuesta a las amenazas que enfrentan estos espacios, como la minería y el turismo descontrolado. El reconocimiento internacional se convierte así en una herramienta para proteger sus territorios y asegurar el libre acceso a ellos. “Antes no había problemas para ingresar, pero ahora necesitamos defender estos sitios para que la cultura wixárika continúe viva”, comentó desde París.
El expediente fue respaldado por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), e incluye un Plan Integrado de Gestión, Conservación y Salvaguardia con enfoque biocultural. Este fue elaborado de forma colaborativa entre las comunidades, autoridades de todos los niveles y organizaciones civiles como Conservación Humana A.C.