La Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos logró decomisar más de 10 millones de dólares en criptomonedas que estaban directamente vinculadas al Cártel de Sinaloa, en el marco de una operación nacional contra el narcotráfico. La incautación se llevó a cabo durante un operativo realizado en Miami, Florida, el cual también resultó en la confiscación de grandes cantidades de fentanilo, metanfetaminas y otras drogas ilegales.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, la operación forma parte de una estrategia más amplia que ha estado en curso desde enero, y que ya ha permitido retirar del mercado ilegal más de 44 millones de pastillas de fentanilo, 2,000 kilos de polvo de la misma sustancia, además de importantes cantidades de metanfetamina. Esta campaña antidrogas se ha extendido por varios estados del país, incluyendo California, Texas y Georgia, con decenas de personas detenidas.
La ofensiva contra el Cártel de Sinaloa coincide con recientes desarrollos judiciales, como la declaración de culpabilidad de Ovidio Guzmán, hijo del exlíder del cártel Joaquín «El Chapo» Guzmán, quien fue sentenciado a cadena perpetua en 2019. Las autoridades consideran al Cártel de Sinaloa como una de las organizaciones más peligrosas del narcotráfico internacional.
El uso de criptomonedas por parte de grupos criminales para lavar dinero y financiar sus operaciones ha encendido las alarmas en los organismos de seguridad. Esta incautación representa un duro golpe financiero para el cártel y evidencia el creciente enfoque de las autoridades estadounidenses en seguir el rastro digital del dinero ilícito.