En mayo de 2025, la industria manufacturera en México logró un repunte del 1.0 % en su volumen físico de producción después de dos meses en caída; sin embargo, el empleo en el sector retrocedió 0.3 % por cuarto mes seguido, según datos del INEGI .
El retroceso laboral fue generalizado: personal dependiente cayó 0.3 %, mientras que el no dependiente —contratado por honorarios— disminuyó 2.1 %. La sectorialidad también mostró pérdidas: 12 de las 21 actividades manufactureras redujeron plantilla, con el sector textil y de prendas de vestir liderando con –2.5 %, seguido por impresión y fabricación de equipo de transporte, ambos con –0.9 % .
Más allá de la reducción de empleos, las horas trabajadas también disminuyeron 1.0 %, lo cual impactó a obreros, técnicos y personal administrativo por igual. Asimismo, los salarios reales en manufactura retrocedieron 0.9 % en promedio, siendo más pronunciada la caída en remuneraciones a técnicos y administrativos .
Aunque la recuperación de la producción parece positiva, la pérdida sostenida de plazas laborales y la reducción en jornadas y sueldos apuntan a una recuperación desequilibrada. La desconexión entre mayor output y menos empleo sugiere un proceso de automatización, reestructuración o presión de costos que podría favorecer la eficiencia pero dejan en riesgo el bienestar de la fuerza laboral.
Para revertir esta tendencia, será clave que se impulsen políticas que promuevan empleo de calidad, esquemas de transición laboral en sectores afectados y apoyo a las pequeñas y medianas empresas manufactureras para que puedan mantener o ampliar su plantilla sin sacrificar competitividad.