John Michael “Ozzy” Osbourne, de 76 años, falleció este martes rodeado de su familia, según confirmó un comunicado oficial. Reconocido mundialmente como el carismático y oscuro frontman de Black Sabbath, Osbourne marcó un antes y un después en la historia del rock.
Originario de Birmingham, Inglaterra, Osbourne irrumpió en la escena musical en 1969 con el álbum debut Black Sabbath, considerado el “Big Bang” del heavy metal. Con temas como “Paranoid”, “Iron Man” y “War Pigs”, la banda sentó las bases de un género que hoy moviliza multitudes. Tras su salida en 1979, inició una prolífica carrera en solitario en 1980 con Blizzard of Ozz, dando lugar a discos emblemáticos como Diary of a Madman y No More Tears, y vendiendo más de 100 millones de copias en conjunto.
A lo largo de más de cinco décadas, Osbourne recibió múltiples galardones: ingresó al Rock and Roll Hall of Fame dos veces (con Black Sabbath en 2006 y como solista en 2024), obtuvo el Global Icon Award en los MTV Europe Music Awards 2014 y fue reconocido con el Lifetime Achievement Award de la Ivor Novello Society en 2015. Su carrera sin embargo no estuvo exenta de controversias, desde el mítico incidente del murciélago hasta episodios de abuso de sustancias, aspectos que él mismo abordó con honestidad en su célebre serie The Osbournes.
En sus últimos días, Osbourne había librado una larga batalla contra diversas dolencias, incluyendo un diagnóstico de párkinson en 2003. Apenas semanas atrás, el 6 de julio de 2025, ofreció su concierto de despedida en el estadio Villa Park de Birmingham, donde compartió escenario con estrellas como Metallica, Guns N’ Roses y Tool, en un evento que recaudó fondos para la investigación del párkinson y hospitales infantiles. Aquel adiós, filmado para un próximo documental, se convirtió en un emotivo tributo a quien, hasta el final, mantuvo viva la llama del metal.
