El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este martes que considera visitar China «en un futuro no muy lejano» tras recibir una invitación del mandatario Xi Jinping. La posible reunión se daría en un contexto marcado por desacuerdos comerciales, disputas sobre seguridad y diferencias diplomáticas.
Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump afirmó que aún no hay una fecha definida, pero que ya se han discutido detalles con asesores de ambas naciones. Una opción sería aprovechar su participación en la próxima cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre en Corea del Sur. Otra posibilidad es asistir a la ceremonia en Pekín por el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, a la que también asistiría Vladimir Putin.
Aunque ni la Casa Blanca ni el gobierno chino han confirmado oficialmente los planes, se sabe que los equipos de ambos líderes están en conversaciones. Trump hizo mención de este posible encuentro durante una reunión con el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., destacando que, aunque busca mantener buenas relaciones con China, ha fortalecido alianzas en la región para contrarrestar la influencia del gigante asiático.
En las últimas semanas, Trump ha moderado su discurso respecto a China tras años de enfrentamientos arancelarios que afectaron el comercio global. Sin embargo, mantiene su propuesta de imponer un arancel base del 10% a todas las importaciones, elevándolo al 55% para los productos chinos. Además, ha fijado el 12 de agosto como fecha límite para alcanzar un acuerdo comercial duradero, mientras persisten otras tensiones bilaterales, como el apoyo de China a Rusia, el control de sustancias como el fentanilo y restricciones a ciudadanos estadounidenses en territorio chino.