El expresidente Donald Trump anunció este martes que Estados Unidos se retirará una vez más de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La decisión, según la portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, se basa en que la organización promueve causas culturales y sociales que, a juicio de Trump, son incompatibles con los principios por los que votaron los estadounidenses en las últimas elecciones.
Esta acción repite una medida ya tomada durante su primer mandato, misma que fue revertida por el presidente Joe Biden. La salida formal del organismo, que tiene su sede en París y fue creado tras la Segunda Guerra Mundial para fomentar la paz mediante la cooperación internacional, se concretará el 31 de diciembre de 2026.
Desde el Departamento de Estado se argumentó que la permanencia en la UNESCO no responde al interés nacional, acusando a la agencia de impulsar una agenda «globalista e ideológica» que entra en conflicto con la política exterior estadounidense centrada en la visión de «Estados Unidos Primero». También señalaron la inclusión de Palestina como Estado miembro como un punto de fricción, al considerar que alimenta discursos antiisraelíes.
Por su parte, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, lamentó la salida estadounidense, aunque afirmó que era una posibilidad prevista por la organización. Explicó que la agencia ha logrado diversificar sus fuentes de financiamiento, y que actualmente solo el 8% de su presupuesto proviene de Estados Unidos, por lo que el impacto de la retirada será limitado. Esta no es la primera vez que Trump se aleja de organismos multilaterales, ya que durante su primera presidencia también abandonó acuerdos y entidades como la OMS, el Acuerdo de París y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
