Durante una tercera ronda de negociaciones directas celebrada en Estambul, representantes de Rusia y Ucrania lograron pactar un nuevo canje de prisioneros de guerra. Sin embargo, las conversaciones dejaron en evidencia que las posturas de ambos países siguen profundamente enfrentadas, sin acercamientos sustanciales hacia una solución definitiva al conflicto que estalló en febrero de 2022.
El delegado ruso, Vladimir Medinski, señaló que aunque se discutieron los documentos presentados anteriormente, las diferencias continúan siendo notables. Aun así, se acordó intercambiar al menos 1,200 prisioneros de guerra en las próximas semanas, además de la entrega de restos de soldados caídos. Moscú también propuso pausas breves de 24 a 48 horas en la línea de combate para permitir la recuperación de cuerpos y heridos.
Ucrania, por su parte, sugirió una posible reunión entre los presidentes Volodímir Zelenski y Vladímir Putin, propuesta para finales de agosto, con la presencia de líderes internacionales como Donald Trump y Recep Tayyip Erdogan. No obstante, el Kremlin minimizó la posibilidad de avances significativos, reiterando que las condiciones para un acuerdo de paz son actualmente incompatibles.
Mientras tanto, Estados Unidos aprobó una nueva venta de armamento a Ucrania por 322 millones de dólares, la segunda desde el regreso de Trump a la presidencia. En el terreno, Rusia continúa con su ofensiva y afirmó haber capturado una aldea en la región de Sumi. Los ataques con drones siguen causando daños a la infraestructura ucraniana, mientras el conflicto continúa sin un horizonte claro de resolución.