El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, solicitó este jueves que la Unión Europea suspenda cuanto antes sus vínculos comerciales con Israel, argumentando que la situación humanitaria en la Franja de Gaza es “absolutamente terrible”. A través de redes sociales, Kristersson hizo un llamado a congelar la parte comercial del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel como una forma de intensificar la presión económica sobre el gobierno de Benjamin Netanyahu.
Según el mandatario, Israel no ha cumplido con los compromisos humanitarios pactados con el bloque europeo, principalmente por las restricciones impuestas a la entrada de ayuda a Gaza. Al mismo tiempo, Kristersson insistió en la necesidad de presionar a Hamás para que libere sin condiciones a los rehenes, se desarme y no participe en un eventual gobierno de reconstrucción en Gaza.
La propuesta sueca se suma al intento previo de vetar la participación de instituciones israelíes en programas científicos y de innovación de la UE, medida que no prosperó por falta de apoyo suficiente entre los Estados miembros. Solo diez países, incluyendo a Francia, España, Países Bajos y Suecia, respaldaron esa medida, quedando lejos de la mayoría cualificada requerida para su aprobación.
Mientras tanto, la respuesta del bloque europeo sigue dividida. Algunos países, liderados por Alemania, optaron por no apoyar la congelación del acuerdo comercial, señalando que necesitan más tiempo para evaluar la situación sobre el terreno. Sin embargo, naciones como España continúan presionando para que la UE adopte medidas más firmes frente a las violaciones de derechos humanos en Gaza.