El Tribunal Supremo de Brasil dictó este lunes arresto domiciliario para el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de incumplir las medidas cautelares impuestas en el marco de una investigación por su presunta participación en una conspiración golpista. La decisión fue tomada por el magistrado Alexandre de Moraes, quien señaló que el exmandatario habría desobedecido reiteradamente las restricciones impuestas por la Justicia.
Bolsonaro, quien gobernó Brasil entre 2019 y 2023, tiene ahora prohibido recibir visitas, salvo las de su equipo legal, y no puede hacer uso de teléfonos móviles, ni siquiera los de otras personas. Además, deberá portar una tobillera electrónica como parte de las condiciones de su reclusión en casa. Las autoridades también realizaron un operativo de registro en su domicilio de Brasilia.
La medida fue impulsada después de que Bolsonaro utilizara redes sociales a través de la cuenta de su hijo Flávio, en un intento de influir en las manifestaciones de sus simpatizantes y presionar al Supremo Tribunal Federal. Esta acción fue considerada una violación directa de las restricciones previas, lo que llevó a De Moraes a endurecer las condiciones del proceso judicial.
Las investigaciones indican que el exmandatario habría financiado con al menos 2 millones de reales una campaña en Estados Unidos, liderada por su hijo Eduardo Bolsonaro, para promover sanciones contra autoridades brasileñas, incluyendo magistrados del Supremo. Esto coincide con el respaldo reciente del presidente Donald Trump a la causa de Bolsonaro, quien enfrenta además una posible condena de hasta 40 años de prisión por cargos que incluyen intento de golpe de Estado, asociación criminal y atentado contra el orden democrático.