Florencia Scandar, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, ha revelado una sorprendente mezcla cultural en antiguos manuscritos mayas. En los libros del Chilam Balam, elaborados entre los siglos XVIII y XIX, los eclipses solares y lunares son representados no solo desde una perspectiva ancestral, sino también con fuerte influencia católica. La Luna, por ejemplo, aparece personificada como la Virgen de Izamal, una figura religiosa adoptada como patrona de Yucatán desde el siglo XVI.
Scandar encabeza un proyecto académico titulado “Iconotextualidad en el universo cultural de los libros del Chilam Balam”, que busca entender cómo los mayas reinterpretaron fenómenos astronómicos tras la colonización. A diferencia de otras crónicas coloniales, estos manuscritos fueron escritos por los propios mayas, en lengua maya pero con caracteres latinos, conservando aquellas ideas que seguían teniendo valor en su cultura.
Tres de estos textos, específicamente los de Chumayel, Ixil y Kaua, contienen capítulos dedicados a los eclipses. Mientras los dos primeros mantienen la visión tradicional del Sol o la Luna siendo “mordidos” por un ente, el texto de Kaua muestra una mayor asimilación de conceptos astronómicos europeos, posiblemente influenciados por tratados como el Cronología y Repertorio de la Razón de los Tiempos, del español Rodrigo Zamorano.
Una de las imágenes más reveladoras está en la página 16r del Chilam Balam de Chumayel, donde se mezclan ilustraciones de eclipses con explicaciones astronómicas al estilo occidental. Scandar ha encontrado paralelismos visuales entre estas imágenes y obras europeas como Spherae Mundi de Ginés de Rocamora y Torrano. Además, el retrato de la Virgen de Izamal en estos manuscritos mezcla iconografía cristiana con elementos indígenas, como el uso del prefijo maya “Ix” y detalles visuales que evocan símbolos de autoridad prehispánicos.