El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este lunes una serie de medidas para aumentar la presión sobre Israel en el contexto del conflicto con Palestina. Entre las acciones más relevantes, España impedirá que barcos y aviones que transporten armamento con destino a Israel hagan escala en puertos españoles o ingresen a su espacio aéreo. Esta decisión busca limitar el flujo de armas y ejercer una presión política sobre el gobierno israelí.
Además, Sánchez informó que España incrementará la asistencia humanitaria destinada a la Autoridad Palestina y a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). También se impondrá un embargo a los productos que provienen de los asentamientos israelíes ubicados en territorios palestinos ocupados, como parte de un esfuerzo para sancionar esas actividades consideradas ilegales por la comunidad internacional.
El presidente español expresó su esperanza de que estas medidas contribuyan a presionar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y a su administración para aliviar el sufrimiento de la población palestina. Asimismo, anunció que se prohibirá la entrada a España de cualquier persona vinculada directamente a lo que calificó de “genocidio” en la región.
La respuesta de Israel no se hizo esperar. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, acusó a Sánchez de tratar de desviar la atención de sus propios problemas internos y calificó las medidas españolas como “antisemitas”. Además, Israel prohibió la entrada a su territorio de dos ministras españolas, Yolanda Díaz y Sira Rego, ambas integrantes del partido Sumar, que forma parte de la coalición de gobierno en España. Esta escalada tensiona aún más las relaciones diplomáticas entre ambos países.