Más de 1 400 profesionales del cine y la televisión, incluidos ganadores de premios Oscar, BAFTA, Emmy y Palma de Oro, firmaron una carta impulsada por el grupo Film Workers for Palestine, comprometiéndose a no colaborar con instituciones y empresas cinematográficas israelíes que consideran cómplices del «genocidio y apartheid contra el pueblo palestino». Entre los firmantes destacan nombres como Yorgos Lanthimos, Ava DuVernay, Ken Loach, Emma Stone, Olivia Colman, Mark Ruffalo, Tilda Swinton, además de figuras españolas como Gael García Bernal, Javier Bardem, Fernando León de Aranoa y muchos más.
El compromiso se inspira en los boicots culturales contra el apartheid en Sudáfrica y enfatiza que la medida es contra instituciones, no contra artistas individuales, subrayando el poder transformador del cine para moldear la percepción pública y exigir responsabilidad ética de quienes participan en estructuras que respaldan violaciones a los derechos humanos.
Este movimiento se ha expandido globalmente y, hasta la fecha, ha sumado más de 3 900 adhesiones de actores, directores, guionistas y trabajadores del sector, confirmando su alcance e impacto dentro de la industria internacional del entretenimiento.
En respuesta, la industria cinematográfica israelí ha declarado que el boicot es equivocado y perjudica el diálogo, resaltando que muchos creadores dentro de su país promueven narrativas críticas y de paz. Sostienen que el boicot profundiza la polarización y silencian voces que intentan construir puentes culturales.