Los Carolina Panthers impusieron carácter y precisión en casa al derrotar 30-27 a los Dallas Cowboys, en un partido que se definió en los segundos finales con un gol de campo de 33 yardas del novato Ryan Fitzgerald. La victoria permitió a Carolina igualar su marca en 3-3 y mantener el invicto como local.
El exjugador de Dallas, Rico Dowdle, fue la figura indiscutible con 183 yardas terrestres, 56 por recepción y un touchdown, superando nuevamente las 200 yardas totales por segundo juego consecutivo. Su desempeño, además de ser un golpe simbólico ante su antiguo equipo, representó un nuevo récord de productividad en dos semanas dentro de la franquicia.
Por su parte, el mariscal Bryce Young mostró temple al completar 17 de 25 pases para 199 yardas y tres anotaciones, dos de ellas hacia el novato Tetairoa McMillan, quien consiguió sus primeros touchdowns en la NFL.
Los Cowboys, en contraste, exhibieron solidez ofensiva pero escasa consistencia defensiva. Dak Prescott tuvo una jornada eficiente con 261 yardas y tres touchdowns, apoyado por un sobresaliente George Pickens, que registró 168 yardas y una anotación. Sin embargo, el equipo volvió a ceder terreno en los cierres de partido, reflejando una preocupante tendencia de falta de control bajo presión.
El resultado deja a Dallas (2-3-1) en una situación incierta, mientras que Carolina empieza a construir una identidad competitiva basada en disciplina, juventud y resiliencia.