Hoy voy a compartirles una experiencia que tuve muy recientemente, que espero que les sea útil en sus vidas.
Una amiga y yo decidimos ir al teatro a ver la obra “Malinche el Musical”, fijamos fecha y quedamos que yo compraría los boletos. Entro a facebook busco la obra y al aparecer pico la imagen para comprar los boletos. No me fijé en donde los compré porque, ingenuamente, pensé que era el sitio oficial. La compra la realicé en un sitio llamado viagogo. Todo fue raro: dijeron que los boletos llegarían a mi domicilio por mensajería al día siguiente. Después recibí un correo diciendo que las entradas serían electrónicas y que me llegarían los boletos prontamente. Pasaron 2 días y llega el día de la función y yo sin boletos. De golpe, me llegan 2 correos: uno diciendo que los boletos serían para la función de la tarde y no de la noche y otro con los supuestos boletos. Traté de contactarlos para ver que pasaba y por supuesto no hay modo, todo es a través de un chatbox que no soluciona nada.
Caos total, le llamo a mi amiga y le digo que nos vamos en ese momento o que perdemos los boletos. Llegamos al teatro. El personal del teatro y la organización siempre muy amables nos piden que vayamos a la taquilla donde la señorita nos informa que donde compramos los boletos, no es fiable y que no teníamos entradas, pero que por favor esperáramos a que su gerente viniera a ver si se podía hacer algo. Mi amiga y yo pasmadas ante la situación y en espera de la respuesta. Poco tiempo después se presenta un señor muy amable que nos pide le contemos que pasaba, después de oír toda la historia nos dijo que nos habían hecho un fraude. Al mismo tiempo estaba atendiendo a una pareja que les había pasado lo mismo. Yo en mi cabeza pensaba: “que barbaridad, perdimos los boletos, me van a decir que los sienten mucho pero que no hay nada que hacer.”
Ante mi gran sorpresa, el gerente con enorme disposición de solucionar el problema nos pidió esperar unos minutos. Al cabo de un rato regresa y nos dice que podemos entrar a ver el espectáculo. Me quedé muy agradecida y gratamente sorprendida, ya que ellos nos estaban regalando la entrada. Fue algo que nunca me imaginé que pasaría. Mi amiga y yo disfrutamos mucho la obra, la cual recomiendo a quienes les gusten los musicales y el baile flamenco.
Bueno, pero todo lo anterior ¿a que viene al caso? Pues mucho. Aprendí que en la vida y sus diversas circunstancias la actitud de quienes participan en ellas hacen que sean situaciones de perder o ganar.
Dicho como en las clases de administración, una situación perder-perder fue la que tuve con viagogo. Ellos piensan que ganaron al hacer el fraude y quedarse con el dinero, pero no valoran que pierden al momento de ser descubiertos y denunciados por los afectados, que perdieron su credibilidad, independientemente de que yo haya pagado a quien no debía.
Sin embargo, una gran actitud hizo que una situación de perder-ganar se convirtiera en una de ganar-ganar y eso lo logró el gerente de la obra de teatro. Él perdió el dinero de la función de mi boleto, pero al apoyarme y resolver mi problema lo que hizo fue ganar toda mi gratitud y la de las personas que tuvimos el mismo problema, fue ganar nuestro apoyo a su solicitud para escribir una reseña, fue ganar nuestro reconocimiento y hacer que difundamos lo más que podamos que él forma parte de una organización seria y profesional que hace frente a los problemas y los soluciona de la mejor manera que le es posible.
Recordemos esto: la verdad cae por su propio peso, eso quiere decir que tarde o temprano la mentira, la trampa, lo chueco se acaba descubriendo y sale a la luz y mejor apliquemos esto: el actuar de buena voluntad, con buena intención y tratando de solucionar los problemas de la mejor manera para todos, trae recompensas siempre, aunque no se vea de forma inmediata.
