Después de 32 días fuera por una lesión en el tendón de la corva, Lamar Jackson volvió al emparrillado con una actuación dominante. El mariscal de campo de los Baltimore Ravens lanzó cuatro pases de touchdown en la victoria 28-6 frente a los Miami Dolphins, reafirmando su condición de dos veces MVP y pieza esencial del equipo.
Jackson completó 18 de 23 envíos para 204 yardas, mostrando una precisión quirúrgica y movilidad suficiente para escapar de la presión. Tres de sus anotaciones llegaron bajo asedio defensivo, la mayor cifra registrada por un quarterback esta temporada. Con este triunfo, Baltimore mejora su récord a 3-5 y se coloca a 1.5 juegos del liderato divisional.
La defensiva también se hizo notar: los Ravens han mantenido a sus últimos tres rivales por debajo de 17 puntos, un giro radical tras haber permitido más de 35 por partido en el inicio del año. Dos balones sueltos forzados y una intercepción sellaron una actuación completa que ilusiona a su afición.
Por el contrario, Tua Tagovailoa y los Dolphins (2-7) exhibieron su inconsistencia. Miami perdió tres veces el balón, desaprovechó sus incursiones en zona roja y nunca logró establecer el juego terrestre. La derrota deja al equipo sumido en dudas sobre su rumbo bajo el mando de Mike McDaniel.







