Investigadores chinos han logrado traducir pensamientos en texto escrito mediante inteligencia artificial, un avance que redefine los límites de la neurotecnología. Su sistema decodificador, probado en una paciente con epilepsia, interpretó en tiempo real las señales neuronales y las transformó en oraciones en mandarín con un 70 % de precisión.
El experimento, publicado en Science Advances, logró distinguir casi 400 sílabas tonales, un reto único en lenguas donde la entonación altera el significado. Utilizando una matriz de 246 electrodos implantada en el cerebro, el modelo de IA aprendió a reconstruir tanto el texto como una voz sintética de la paciente.
Los científicos buscan aplicar esta tecnología para devolver el habla a personas con parálisis o afasia. Sin embargo, el avance plantea dilemas sobre privacidad mental y control de datos neuronales, al abrir la puerta a una eventual “lectura de pensamientos” no consentida.
Mientras los desarrolladores trabajan en crear “contraseñas mentales” que protejan la intimidad del pensamiento, la frontera entre comunicación y vigilancia se vuelve más difusa que nunca.







