La compañía estatal Pemex informó que dispone de condiciones operativas normales para el suministro suficiente de gas licuado de petróleo (LP), en respuesta a alertas emitidas por distribuidores de que podría haber racionamiento en entidades como la CDMX, Veracruz, Puebla, Tlaxcala y el Estado de México.
En su comunicado oficial, Pemex señaló que cuenta con los inventarios necesarios y que sus capacidades de transporte, almacenamiento y distribución se desarrollan sin contratiempos. Dicha aclaración se da luego de que la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP (Amexgas) advirtiera sobre posibles restricciones en la entrega del combustible, mencionando problemas en infraestructura, margen reducido para distribuidores y condiciones climáticas adversas.
Desde un análisis crítico, los siguientes puntos merecen atención:
- El anuncio genera certidumbre a corto plazo, pero no elimina los factores de riesgo señalados por la industria —como mantenimiento insuficiente, condiciones operativas de los transportistas privados o cuellos de botella logísticos—.
- La disrupción en la distribución de combustibles como el gas LP puede tener efectos destacados en hogares y empresas, así que más allá del inventario, la logística local y la capacidad de llegada al consumidor final deben monitorearse.
- Si bien el mensaje oficial es tranquilizador, la divergencia entre la versión oficial y la de los distribuidores (Amexgas) indica que podría haber una brecha de percepción o de información que conviene cerrar para evitar que la alarma genere compras de pánico o precios al alza.






